SANTA ROSA DE RITA
El femicidio es un concepto que no se puede desvincular de la mujer. La belleza tampoco. Aunque no la tenga, una mujer “es linda o es fea”. Indagando en la imagen, y en el deseo, la belleza se presenta como un concepto a exaltar, y de desear, por considerarse un valor tradicionalmente relevante. Hasta qué punto ese deseo puede desvirtuarse y generar daño en el otro?. Hasta qué punto la mujer se ve exigida igualmente a considerarse bella?. Cuáles son las otras características que se le exige a la mujer que tenga?. Santidad? Conservación del hogar?. A qué precio?. Como Santa Rosa de Lima, que se avergonzaba de ser bella y en su mística creía en una misión superior en su vida, Rita Hayworth si bien exaltaba su belleza ha dicho “Los hombres se acuestan con Gilda y se despiertan conmigo”.
La globalización juega también dentro de la imagen. Aunque no veamos a Rita en el cuadro, y no sepamos que la corona es de Santa Rosa de Lima, la tensión en esa sonrisa eterna, y la plancha, el calor y el peso que supone la misma, la proximidad sobre el pie del Niño Dios y sobre su misma cara pretende indicar que no solamente la belleza y la mujer tiene una sola arista. Y que es común a todas las mujeres. Las de antes, las de ahora, las de Estados Unidos, Perú o cualquier otro lugar del mundo. Es una reflexión que no ha cesado y que he querido plasmar en el cuadro, con belleza.
Publicidad de la década de los ´50, estampita, imagen hogareña, felicidad, martirio, peligro, santidad se entremezclan en la imagen y quien completa la obra con su reflexión en quien observa esa imagen, con su propia historia. Quién es el que observa? El que persigue esa belleza para sí mismo?, el que la persigue en otro?. El que termina acosando por tener al otro?, el que sufre por ser acosado?. Hasta qué punto la fragilidad del acosado es tal si tiene la fuerza de soportarlo, y en algunos casos hasta el valor de correrse de ese lugar?. Miro el cuadro o me miro a mí mismo?. Reflexión.
